
Esta es otra de las maravillas de Tonucci, de nuevo se trata de una crítica a la educación. En el dibujo se ve a un niño sentado en un pupitre con cara triste y quieto sin poder moverse, ha echado raíces y todo. Una forma de que los alumnos permanezcan en su sitio sin moverse y tenga que escuchar las maravillas que el profesor tenga que contarle.
Claro está que sigue en la línea del dibujante, crítica clara y con un mensaje conciso. En donde el alumno, de nuevo, solo es un monigote que "ni pincha, ni corta"
gracias marta me sirvio un monton tu pagina gracias
ResponderEliminarde nada, me alegra que te sirviera
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